Este emblemático edificio representa la calidad, eficiencia y reconocimiento de la ingeniería antioqueña, en el manejo, construcción y operación de Servicios Públicos.
Una concepción integral donde la ingeniería y la arquitectura se fusionan y crean un lenguaje fabril, donde no hay cabida a ornamentos y menos para la ambigüedad.
Una arquitectura sostenible, altamente eficiente y versátil, creada para que permita la adaptabilidad tecnológica en el tiempo y a su vez una lenta obsolescencia, logrando una edificación a la medida de las necesidades y la dinámica que demanda una institución como las Empresas Públicas de Medellín.
Nuestra propuesta trasciende el calificativo de “edificio inteligente” ya que este término se refiere a la capacidad domótica instalada, realmente el calificativo más precisos es el de Arquitectura Inteligente, porque es capaz de recibir los cambios tecnológicos sin necesidad de intervenirla el edificio físicamente.
Completa toda esta conceptualización la disposición clara de su metabolismo cuyas partes están estratégicamente localizadas y de su planta libre para permitir la flexibilidad y la redistribución de espacios según demanda.
Esta importante obra se da gracias al gran equipo que conformaron los arquitectos Carlos Julio Calle, Carlos Eugenio Calle y Marco Aurelio Baquero. Una sinergia de altísima calidad humana y profesional, donde el respeto fue el gran facilitador de la creación y materialización de los fundamentos conceptuales.